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domingo, 24 de octubre de 2010

LA HISTORIA DEL HOMBRE SIN ENCANTO. (PARTE 5.)

Un frío aterrador se escurría como roedor pervertido por entre mis venas y más allá, crispando mis nervios, pues un vacío profundo estaba presente ante mí, un vacío enorme, abarcando incluso lo que mi vista no se atrevía a ver, la profunda oscuridad de lo escaso. Y es que me lo debía de esperar; estaba en su cerebro. Caminé por el equivalente de unos tres kilómetros, cansándome, claro está.Pero por fortuna, este cabroncito tenía instaladas líneas de comfort al través de todo su encéfalo, pues de hecho, eso es lo que más tenía en su mente, pero jamás se permitió convertirlo en algo más que trazos, elementos existentes que han tratado de ser bloqueados pero, por la propia fuerza que ejercen sobre el sujeto, jamás pueden desaparecer. Se traduce tan simple como leer diálogos entre líneas (de ahí la forma), algo que no se quiere decir y sin embargo queda presente, evidente de hecho. ¿Cuál es la razón de que esto quede como líneas? Sencillo, la mayor parte de la mente de este sujeto está ocupada por dos partes que se encuentran en sempiterno conflicto: estatus y moral.
La lucha se originó hace mucho tiempo si no me equivoco, desde su simple niñez, desde antes de que lo conociera, de hecho. ¿Cómo lo sé? Un fulano de aquí me acaba de regalar un folleto con la historia de este tipo.
Al parecer su padre siempre hizo lo posible para darle a su familia todo lo que quisieran, y su madre iba a la iglesia y se daba golpes de pecho cada que un pensamiento impuro llegaba a su cabeza (aunque eso nunca la detuvo a la hora de pedirle cosas a su marido). La mujer fue terriblemente demandante y el padre extremadamente consentidor, de modo que comenzó a hacer fraude para cumplirle todos los caprichos. Cuando su hijo se dio cuenta de lo que hacía, él dijo que haría todo para que su familia viviera feliz y tranquila, y su madre, que le implantó la nobleza de la castidad, le dijo que lo que su padre hacía no estaba bien, pero deberían de estar con él porque lo amaban (esto lo decía mientras se probaba un anillo de diamantes). Entonces se confundió para siempre.
He llegado al centro de mando de encanto. Mi terrible misión comienza, empezando por su trabajo.

lunes, 4 de octubre de 2010

LA HISTORIA DEL HOMBRE SIN ENCANTO (PARTE 4)

Nos  vemos a los ojos por mucho rato, apenas y nos podemos dirigir palabra alguna, pero él se va rápidamente para chequearse la vista, pues ignora que lo que ven sus ojos es completamente real. No puede creer en fantasmas porque éstos no son  útiles, de modo que mi existencia fantasmal no está justificada de ningún modo, pero ahí estoy. Toma su teléfono y del otro lado del auricular está su psicólogo, quien le recuerda que no es normal ver esas cosas, y si las ve, es porque ha dejado de ser una persona normal, con lo que se aleja del ideal que ha hecho de sí mismo.
Me mira y actúa como si yo no estuviera ahí, pero, por primera vez en su vida, su novia le dice que ella me está viendo, con lo que todas las dudas se disipan.
-Así que todo el afecto que me tienes te ha retenido aquí, pues no me sorprende, soy un hombre admirable digno de ser amado -dijo él.
-No mames, cabrón- le respondí-, a ti ni tus amigos te quieren, nomás te tratan bien porque tienes dinero, pero ellos hablan a tus espaldas como tú hablas a las suyas.
-¡A poco son tan gachos!.. Digo, entonces deben decir cosas amigables de mí, expresándose con palabras afables y amorosas, con la dicción y léxico que representa a un caballero -comenta con voz y pose ensayadas-. Seguro que vienes por un consejo entonces, pues bien, pregunta; siempre he estado dispuesto a corregir todas tus dudas.
-Pues yo nunca he querido expresártelas.
-Entonces no entiendo, ¿por qué estás aquí?
Una luz pasa a través de su novia y una voz varonil sale de sus labios.
-Si por una razón has sido retenido es porque este hombre sin encanto ha pedido al cielo un deseo, y es el de por fin tener carisma.
"Tratamos de colocárselo en el cerebro pero nunca lo encontramos, al parecer este ser se mueve únicamente por la inercia de la vida, misma que se adquiere tan sólo por nacer.
"Ahora sólo tiene un cuerpo, todo él se puede traducir así de fácil, por ende, para darle encanto, pensamos que alguien podría poseer su cuerpo para que en la memoria de sus amigos y amores, por lo menos, quede el recuerdo del embeleso. Pudo ser cualquiera, pero su inconsciente te eligió, ahora voy a hacer el proceso.
Y así empezó mi difícil tarea por darle encanto a quien no lo tenía.